2010
Intervencion
foto: Rosa Cion
El arte nos proporciona el espacio de libertad necesario
y que no se encuentra en otras partes
Bajo un sol ardiente camine varias horas dentro dentro de un laberintico mercado cruceño (Santa Cruz Bolivia) para poder comprar un afiche con la cara del señor presidente. Me miraban mal cuando preguntaba si vendían uno. Cuando lo encontré, me preguntaron para que lo quería, conteste que para córtale la cabeza, el vendedor lanzo una carcajada preocupada, aclare que solo recortaría la cabeza al afiche no al presidente, eso es imposible.
En mi taller dentro de una antigua bóveda de banco escanee y modifique el tamaño, color y textura, simples herramientas de photoshop me dieron la escala requerida. Imprimí 7 copias, mi número favorito.
Prepare mi maleta, guarde las imágenes y partí para Sao Paulo, la gran ciudad, mestiza y alborotada. Ya había investigado por internet como llegar al parque Ibirapuera donde se encuentra el pabellón de la Bienal de Arte, versión No 29, la más política de todas ellas.
Cuando el bus me dejo en la puerta del gigante parque mi corazón latía muy rápido, camine hacia el acceso, casi corriendo, al acercarme pude ver que separaban a hombres de mujeres y revisaban maletines y carteras, con detectores de metales cercheaban cada una de las almas que se disponían a ingresar a ese universo de libertad.
Personal de seguridad vestidos de traje y corbatas, jóvenes mujeres con ropas mas holgadas servían de guías, policías uniformados rondaban sectores determinados.
El eco era abrumador, se podía escuchar el sonido de una gran cantidad de gente, caminaban y se esparcían por las diferentes terrazas de la mega estructura de hormigón armado.
Pedí el mapa del lugar y comencé a caminar, justo frente a la rampa de acceso al tercer nivel se encontraban los 9 cuadros de Gil Vicente, la seguridad era más fuerte, supuse que sabían que podía pasar algo, se veía muy difícil intervenir la obra.
Debía encontrar algún espacio estratégico donde pueda quedarme para estudiar los movimientos, diagonal a las 9 imágenes encontré un espacio donde se proyectaba la obra de la Boliviana Claudia Joskowic, eso era una señal, (la obra de Claudia le daba un toque Irónico a la situación, dos ladrones americanos cercados por policías bolivianos justo antes de un gran tiroteo), la música del video creaba un fuerte sentido de peligro.
La oscuridad de la sala era perfecta para esconderme, la puerta daba justo al frente del guardia más atento, siempre supo que había algo en mi diferente a los demás, me seguía con su mirada de sospecha, el era un problema.
Visite la bienal cinco veces en diferentes horarios, estudie los movimientos de los tres seguridades, de la guía y del policía uniformado, a veces estaban cansados o aburridos, parecían no comprender como tanta gente, tantos colegios con estudiantes de todas las edades visitaban un lugar lleno de imágenes violentas, con contenido sexual, racial, de género…imágenes lejanas a los que ellos en su niñez habían visto.
Comprendí que solo la suerte, o lo que llamamos INTUICION me indicaría el momento para realizar la operación.
El sábado 30 de noviembre a las 5 PM, el penúltimo día de mi estadía se produjo un movimiento extraño, uno de los guardias dejo su puesto y bajo al segundo nivel, el guardia de otro sector lo suplanto, la guía también bajo al segundo nivel y eso era suficiente para darme cuenta que era el momento. La intervención fue rápida y exitosa, en pocos segundos la gente reconoció la imagen de evo morales, comenzaron a sacar fotos y aglomerarse para verla de cerca, no sé cuánto tiempo estuvo colocada antes que los guardias se dieran cuenta que el rostro del ex presidente George Bush había sido suplantado.
http://www.almazen.biz/2010/11/05/eduardo-ribera-bluebox-intervencion/
http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=120755&
http://esferapublica.org/nfblog/?p=12214
